"...En mí la ciencia enmudece, en mí concluye la duda. Y árida, clara, desnuda, enseño yo la verdad; Y de la vida y la muerte, al sabio muestro el arcano. Cuando al fin abre mi mano la puerta a la eternidad."


"...Deja que inquieten al hombre, que loco al mundo se lanza; Mentiras de la esperanza, recuerdos del bien que huyó; Mentiras son sus amores, mentiras son sus victorias. Y mentiras son sus glorias, y mentira su ilusión."

Espronceda, Canción de la muerte.
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6 jun 2012

Las aventuras de Corasssón: Los Vengadores y el cojín

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Dear princess C:


Perdona por haber tardado tanto en escribirte, pero te aguantas. La vida de tu estudiante estaba siendo muy aburrida y no tenía nada que decirte.


Hoy te hablaré de Porthos:


Porthos es mi mejor amigo por excelencia. Ha sido mi amigo desde primaria, hemos estado siempre juntos y con Gafotas formamos "los tres mosqueteros" y somos ya como hermanos. 
Es buen chaval y nos hace reir con cualquier tontería, pero lo guay de Porthos es que tiene un talento especial para meterse en todo tipo de líos y situaciones absurdas. Y es que C, te aseguro que a Porthos le pasa de todo, ¡de todo! Y si hiciera un blog contando sus aventuras superaría con creces a los demás blogs absurdos como este.


Te voy a contar su última "hazaña". Merece la pena, ya verás:


Ayer fuimos los tres mosqueteros (ya sabes: Gafotas, Porthos y yo) con Majo y Ojosverdes a ver Los Vengadores al cine. Normalmente evitamos el cine porque es caro, pero ayer estaba a 1,80€ la entrada y nosotros como buenos tacaños pobretones cazaofertas que somos teníamos que ir. Tendrías que haber visto qué pedazo de cola había en la taquilla del cine, C... Duró desde el mediodía hasta las.... nueve o más.


En la sala nos sentamos en este orden de derecha a izquierda: Majo, Porthos, Gafotas, tu estudiante y Ojosverdes.


Porthos se levantó buscando una moneda que se le había caído y tiró su Coca Cola gigante en el pantalón de Gafotas. Después Gafotas también derramó su Coca Cola en mi vestido, la muy. No habían empezado ni los anuncios aún.


En nuestra fila había un cojín suelto que no pertenecía a los asientos y no sabíamos qué hacía allí. Bromeamos un poco con el cojín lanzándolo entre nosotros, porque molestaba y nadie lo quería. No, no se nos ocurrió la idea de entregarlo al acomodador. Gafotas se lo quería poner en los pies, pero a Porthos se le encendió la bombilla.


Porthos: Dame dame...
Gafotas: ¿Para qué lo quieres?
Porthos: Tú dámelo, ya verás...
Gafotas: Que no, ¿para qué lo quieres?
Porthos: Que no pasa nada illa, mira trae...


Porthos agarró el cojín y adoptó posturita preparándose para lanzarlo. Ya se mascaba la tragedia.


Gafotas: ¡Qué haces! ¡No lo lances!
Estudiante: ¿Pero lo vas a lanzar?
Porthos: Que sí illa, que lo quiero tirar.
Estudiante: ¿En serio? ¡Jajajaja! Te van a echar.
Ojosverdes: ¿Qué hace ese?
Estudiante: Que quiere lanzar el cojín.
Ojosverdes: ¡Dios!
Gafotas: ¡Que no lo hagas, en serio! ¡Compórtate! ¡Que se van a enfadar!
Majo: (No sé si él diría algo, porque estaba lejos y yo no le escuchaba)
Porthos: Que no pasa nada, mirad.


Fiuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu....
Y el cojín voló a las filas inferiores.
Y le dió a un tío en la cabeza.
Y le tiraría las palomitas o la bebida al suelo o algo.
Y rage guy salvaje apareció.






Cabreado: ¡QUIÉN HA SIDO!


Y toda, tooooda la sala guardó silencio.


Cabreado: ¿QUIÉN HA TIRADO EL COJÍN? ¡¿QUIÉN HA SIDO EL GILIPOLLAS QUE HA TIRADO EL COJÍN?!


Nadie decía nada. "¡AHORA NO HA SIDO NADIE! ¿NO?". Un gracioso de detrás señaló a Porthos y dijo "¡ha sido él!" pero parece que no le tomaron en serio porque Cabreado dejó de insistir y se calló. Y todo el mundo volvió a cuchichear.


¿Y qué había sido de nosotros?


Ojosverdes y yo estábamos entre avergonzados y entre partiéndonos de la risa twitteando lo ocurrido. Gafotas estaba muerta de vergüenza y sermoneaba a Porthos, y a nosotros dos también por twittearlo. Porthos se partía de risa. Majo dijo que se habría unido a la pelea a defenderle, que tenía ganas de guerra.


Oye Cabreado, no se lo tengas en cuenta. Es que el pobrecito mío quería iniciar una guerra de cojines chupy guay en la sala y no pensó en las consecuencias. Venga va, que te invitamos a palomitas la próxima vez, ¿eeeh?


La moraleja es: Niños, si veis un cojín suelto en el cine, tirádselo a alguien que no esté comiendo que se enfada.


Y Hulk es el que más mola.


Your enrealidadlaprimeraenjugarconelcojínfuíyoperonadielosabránuncabuajajajaja Student.