"...En mí la ciencia enmudece, en mí concluye la duda. Y árida, clara, desnuda, enseño yo la verdad; Y de la vida y la muerte, al sabio muestro el arcano. Cuando al fin abre mi mano la puerta a la eternidad."


"...Deja que inquieten al hombre, que loco al mundo se lanza; Mentiras de la esperanza, recuerdos del bien que huyó; Mentiras son sus amores, mentiras son sus victorias. Y mentiras son sus glorias, y mentira su ilusión."

Espronceda, Canción de la muerte.
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22 may 2012

Si os dicen que dos más dos son cinco...

Queridos lectores:

Hoy os dedico esta carta a vosotros. Tengo algo importante que enseñaros y C puede esperar. Así que abrid vuestras mentes y prestad mucha atención.

Responded a esta pregunta: ¿Cuánto son 2+2?
Cuatro, ¿no? Muy bien.

¿Qué pasaría si una persona os dijera que dos más dos son cinco?
Seguramente le diríais que está equivocado, que dos más dos son y siempre será cuatro.

¿Qué pasaría si un colectivo empieza a difundir que dos más dos son cinco?
Es posible que siguieras defendiendo que el resultado es cuatro. O tal vez ya no.

¿Y qué pasaría si todo el mundo proclama que dos más dos son cinco? Tu familia, tus amigos, tus profesores, los profesionales que te atienden, el gobierno, todos los países...
¿Eres de los que asimilarían que 2+2 son cinco? ¿O pertenecerías a quienes seguirían creyendo que 2+2 son cuatro?

Eso no pasaría nunca, podrías pensar. Muy bien, nadie te dirá literalmente que 2+2 son cinco. Pero querido lector, lo creas o no, te han hecho esa afirmación más veces de las que crees, y tú has tenido que decidir en qué creer. Por ejemplo, ¿y si en vez de números estamos hablando de una persona? ¿Y si alguien te dice que una persona es buena o es mala? ¿Y si todo el mundo comienza a decirte que esa persona es buena o mala?

Si eres de los que deciden creer que el resultado es 5:
¿Conoces a la persona de la que se habla?
¿Te parece creíble lo que dicen de ella?
¿Has hablado alguna vez con la susodicha?
¿La has conocido?
¿Tienes pruebas?
Si no las tienes, ¿cómo estás tan seguro de que lo que dicen de ella es verdad?
¿Te lo ha dicho tu amigo?
¿Tu amigo la conoce? ¿Ha tenido contacto con ella? ¿Tiene pruebas de que lo que dice es cierto?
¿Se lo han dicho otras personas? ¿Tiene pruebas de que lo que dicen esas personas es cierto?
¿Has comprobado con tus propios ojos si lo que se dice es cierto?
¿Qué demonios sabes tú entonces, querido lector? ¿Qué pruebas tienes de que 2+2 son cinco y no cuatro y viceversa?

Y no necesariamente tendríamos que estar hablando de una persona. Podríamos estar hablando de un lugar, un animal, un medicamento, un programa de televisión, una empresa, un país, un pueblo, un movimiento, un alimento. Cualquier cosa, lector, ¿te das cuenta? cualquier cosa puede ser 2+2.

¿Pondrías la mano en el fuego asegurando de que lo que dice la gente, de lo que dicen los medios, de lo que dice la sociedad es cierto? ¿Puedes demostrar que lo que es verdad es efectivamente verdad y lo que se dice que es falso es el verdadero resultado de 2+2? ¿Quién eres tú para asegurar que todo lo que percibes es real, lector? ¿Qué sabes tú en realidad? ¿Qué sabe la gente?

Amigo mío, ni tú ni yo sabemos nada. Ni nadie.

Se te presentarán pocas oportunidades en las que puedas comprobar que algo es 4 o 5. Ahí podrás asegurarlo y afirmarlo. Pero la gente está en su derecho de creerte o no, o deberían estarlo, más bien. Siempre habrá alguien que piense que tu resultado está equivocado, y 4 o 5 seguiría sin ser una verdad universal establecida.

Así pues, si la sociedad te insistiera en que 2+2 son 5, ¿serías de los que piensan? ¿o por el contrario eres de los que dejan que los demás piensen por ti?

Si sigues siendo la segunda opción, no te preocupes, querido amigo. La estupidez, con esfuerzo, tiene cura. Y yo, Estudiante, te daré un buen consejo:

La próxima vez que alguien te diga "¡Eh! ¿Te has enterado de que 2+2 son 5?", mírale con compasión y calma, sonríe y responde:

-Amigo mío, nadie puede asegurar qué es verdad y qué no. Y difícilmente podrás comprobar la veracidad de todo lo que te rodea. Así pues, seré yo quien, con la ayuda del juicio de la razón, escogerá en qué creer, yo y solo yo decidiré qué es cierto para mi y qué no lo es, y digo que 2+2 no es ni cinco ni cuatro. Es 22.

"La Libertad significa libertad para decir que dos más dos son cuatro. Si eso se admite, todo lo demás se da por añadidura."
George Orwell, "1984"

FDO.
Estudiante